Yo llego al club, él esta ahí con sus amigos tomándose un trago. Yo solo miro de vez en cuando, el temor me gana. Mis mejillas se enrojecen y trato de llamar su atención en la pista. Él me ve y solo ríe. Me mira de vez en cuando al igual que yo. Yo sólo puedo verlo tomar y bromear. Intento bailar aún mas. Llamar su atención es mi meta. Mis amigas dicen que es un idiota que no vale la pena. Yo no quiero nada serio. Sólo quiero divertirme... ¿si los hombres lo hacen por qué no las mujeres ah?
Me acerco a él lo miro, comienzo a bailar aún más. Me agarro al primer chico que encuentro y enseguida lo miro. Él me gusta, quiero tener una aventura. Él no aguanta más y me besa, comenzamos a bailar, el me toca, yo sólo quiero gemir. Ambos excitados ya, decidimos ir a un baño y tirar. Yo lo llevo de la mano y nos encerramos en un baño, él comienza a besarme y a tocarme. Yo sólo le hago cariño y comienzo a tocarlo. Se escuchan risas, el sonido del vomito en el WC. No nos importa solo queremos sentir placer. Le bajo la braga y comienzo a hacer lo mío. Él me acaricia el cabello y me lo sostiene. Subo besándolo hasta llegar a su boca. Él se saborea los labios y me mira, luego yo lo empujo y me quito el vestido, la ropa interior se la dejo a él. En eso él me saca los sóstenes y comienza a lamer los pezones. Llega abajo y solo era cosa del placer y los gemidos. Me subo en koala, y solo comienzo a sentir la sensación más placentera que puede haber. No me importa nada, ni si quiera el condón, él solo es muy guapo y yo quería tirarmelo. Terminamos y él se va, no hay besos ni despedidas, solo recuerdos.
Mis amigas se ríen y me piden detalles y yo sin verguenza comienzo a contar la historia. A él lo veo más lejos, está con un amigo y este lo felicita mientras le compra otro trago.
Llego a la casa y me vienen las naúseas, no sé de que se trata pero sólo quiero expulsarlo. Me dirijo al baño y comienzo a vomitar. Mi madre viene y me sostiene el cabello mientras me regaña. Yo por su puesto no puedo escuchar nada, sólo quiero dormir y olvidarme de todo. Siento el sol en mi rostro, una nota de mi madre 'Voy y vuelvo, más te vale levantarte antes de las 3'. Miro el reloj, 4.30 PM. No puedo ni pararme, me duele la cabeza y sólo puedo sentir mal estar. No tengo ni ganas de comer, sólo quiero descansar. Mi memoria no es mi amiga en este instante, así que poco recuerdo lo que hice ayer en la noche. Pero siento mi móvil vibrar, son mis amigas y me dicen las locuras que cometí. Yo sólo reía y me avergonzaba.
En eso parto a la farmacia, trato de guardar la calma y comienzo a pensar como adulta. Intento apresurarme en comprar mi test. Llego a casa y trato de guardar la calma, no sé que hacer. Trato de actuar lo más normal posible y esperar mi período. Este se retrasa y yo solo puedo pensar en lloriqueos y biberones. Los gritos de mi madre y mi vida lléndose al carajo. Mis estudios y mis planes de vida dejados de lado por cuidar a una criatura que yo misma había creado en una noche de locura y juventud. Me encierro en el baño y trato de guardar la calma como pueda. Abro la caja y saco el pequeño artefacto que tiene mi futuro en sus números. Espero, espero y espero. Escucho ruidos, es mi madre llegando del trabajo. Trato de guardar la calma hasta que logro escuchar que la respuesta está lista. Lo demás fue cosa del destino.
Ahora solo puedo contar esta historia algo disgustada pero feliz al mismo tiempo. Claro, si me preguntan las irresponsabilidades siempre están y las noches de locuras también. Mi hija ya con 6 años de vida me mira y me pregunta ¿quien es mi padre mamá?
Yo sólo puedo mirar hacia afuera y pensar, 'por ahí debe andar riendo, tomando, fumando, tirando sin saber que ya es padre y que tiene a la mejor hija del mundo'. Trato de dejar los pensamientos a un lado y decirle 'está en el cielo amor, junto a tu abuelos, él te ama y sabe que eres hermosa'. Ella solo puede sonreír y seguir dibujando con sus crayolas. Yo sólo puedo lamentar y decir 'fue una noche de locura, nada más.'
Esta es la realidad de muchas jóvenes, no es fácil, para nada. No pretendo con esto tratar de ser obscena ni nada. Solo el relato de las muchas noches de locuras de jóvenes que terminan dejando sus sueños por su propia diversión.